jueves, 27 de marzo de 2008

Soledad .

Reconozco que yo no elegí la soledad ; más bien ella me eligió a mí . Sí , es cierto que a base de pasarme la vida rodeado de vacío cósmico-interestelar he llegado a casi acostumbrarme y la cieza de mi imaginación se ha ido encargando de ponerle un , digamos , revestimiento parafernálico y floripondiaceo , lleno de imágenes idílicas y pastoriles con musiquillas celestiales de fondo , con la única intención de ayudarme a no morir de asco , de tristeza sobre todo. Vana dedicación esta de convertir lo horrible y desesperante en gustoso y agradable . Y sin embargo , decidme ¿ cómo se puede vivir sin hacer eso ? ¿ cómo mantener una existencia sin sentido sino inventándose un mundo particular , íntimo , inviolable ? ¿ qué sentido tiene todo esto sino el vivir la vida de cada uno , la que cada uno sea capaz de crear , capaz de construir ? . . . y destruir .
Al fin y al cabo ¿ qué más da ? Mi realidad es la irrealidad que yo he creado , en la que sé desenvolverme , donde soy yo y no quien debería ser , en la que me reconozco y en la que me aborrezco y me amo .
Una vez comprendí que nunca sería feliz y que la tristeza , la melancolía enmascarada por una falsa y forzada extroversión sería mi sino , que las únicas armas defensivas a mi alcance contra este mundo agresivo e implacable eran mi imaginación y mi intuición : grave dilema teniendo en cuenta el inevitable materialismo y lo calculado ( no importa si erróneamente o no ) de todo cuanto atañe a la organización social de la humanidad ( léanse sentido práctico , afán de triunfo , de aumento de control y poder material en suma ) . Desde ese momento en que yo aún era un niño , guardo consciencia de tener memoria . De huir de la realidad se atreven a calificar mi actitud algunos super hipócritas incapaces de admitir lo banal de sus existencias , incapaces de vivir sus propias vidas . Su destino está marcado por las metas de la sociedad y si no las alcanzan al menos en tanto en cuanto a sus posibilidades , todo se convierte en un calvario , en fracasos y decepciones : entregar una vida a la adquisición de la materia en arras a un pretendido bienestar y una seguridad absurda , pues la muerte no entiende de barcos . Mi decepción y mi tristeza son por comprender esto y por ser yo mismo incapaz de ser plenamente eso , yo mismo .
Ahora me siento más solo que nunca .