sábado, 24 de julio de 2010

Adiós

Ya pasó lo peor, decir adiós. En realidad ha sido un hasta siempre y más cosas, entre ellas mi decisión de cerrar definitivamente este blog, ya sin sentido (si es que alguna vez lo tuvo).
Vuelvo a mi oscuridad autofabricada, insoportable pero, al fin y al cabo, vieja conocida mía.
Besos.


P.S.
 Manué Zofales puede que siga, aunque no estoy de humor...

viernes, 23 de julio de 2010

Caricias

Mi pulso es firme y mi piel es tan sensible como la suya. Ahora duerme mientras yo apuro mi cigarro tóxico y junto torpemente las letras en un intento de explicar algo inexplicable, de comprender algo incomprensible. Dejad que los niños se acerquen a mí y a los adultos responsables, estrictos y eficientes QUE LES DEN POR EL PUTO CULO ¡¡¡¡¡Ziiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!

(Comprender no es lo mismo que estar de acuerdo y quizás mucho más complicado. El tacto es, en general, un sentido poco valorado. Y es porque nuestro orgullo, a veces, nos impide cerrar los ojos y sentir en silencio)

jueves, 22 de julio de 2010

Mirage

La luz se apaga. Crece la luna, pero no me olvido de que su aspecto es sólo producto del reflejo de otro astro más potente, hecho de fuego, rocas y metales derretidos: la materia volviéndose energía. La luna es un enorme espejismo, un sueño que se acaba y renace en un eterno ciclo. Una ilusión destruida y vuelta a crear de forma testaruda.El ojo de una gigantesca deidad sideral que duerme y despierta eternamente.
(Hay un momento para la reflexión en la intimidad. Pronto todo habrá terminado. Y no sé por qué recuerdo una vieja canción de Hilario:
Salió un duende bajo el agua
me vistió en mantos de sol
me regaló una sonrisa.
Me regaló una sonrisa.
Una sombra vestida de negro
me vistió de oscuridad
me regaló una lágrima.
Me regaló una lágrima...
¡qué fuerte es la vida, padre!)

miércoles, 21 de julio de 2010

Subjuntivo y Ternura.

El viento de poniente ha dado una oportunidad -una más- a los habitantes de estas latitudes, dejando caer su fresco manto hecho de océano y salitre, de algas y rocas erosionadas por las largas mareas. Nada que ver con el monótono y pesado caminar de las caravanas que cruzan el Sahara, ni con el molesto vahído vaporoso del Mediterráneo.
La culpa es del subjuntivo. Del puñetero y jodido subjuntivo: él es el que procura que las cosas sean y no son.

(El tiempo no se acaba, se acaba la forma presente de la materia. O quizás el tiempo no exista. O existen infinitos tiempos y todos acaban para que todo continúe.¿Sería eterna la materia sin el tiempo?
Sus ojos siguen mirándome, pero ahora me he vuelto un niño y pienso que, cuando dejen de hacerlo, me dará miedo de la oscuridad. Y ambos sabemos que esto ha de ocurrir; lo sabemos desde el principio y es por eso que entrelazamos nuestras manos)

martes, 20 de julio de 2010

Luces

El Guadalquivir se disuelve en sal entre el Bajo de Guía y Las Piletas; más allá, en Montijo, ya es netamente mar y no río. Los niños corretean por la arena mojada de la orilla mientras madres y abuelas cosen, leen revistas o juegan a la lotería esperando el paso de los carritos, ya cargados de pasteles, ya de chucherías o helados, que para el asunto de merendar sirven cualesquiera de ellos, según el caso y la persona: las viandas más consistentes para los comilones y chuches para la gente menuda (y para otros que no lo son tanto)...
Sobre unas aguas grisáceas languidece la tarde y los últimos rayos de sol,que incendian el horizonte con un naranja de brasas agonizantes, mueren tragados por el océano detrás de Malandar.
(La luz sigue en sus ojos, así que no me confunde el crepúsculo, cuando todo parece tener el mismo color)

lunes, 19 de julio de 2010

En fin...

Tras ser víctima y testigo directos de otra lamentable actuación de otro de los impresentables descerebrados que pululan infectando las calles de esta bella jaula llena de feos, absurdos, pretenciosos y cagarruteros pajarracos, he visitado los frescos manantiales y me he sumergido en sus aguas, como queriendo despertar de sopetón al contacto con el gélido elemento.
He bebido con ansia de las fuentes de la montaña.
El calor de mi frente se ha difuminado. Mi sed se ha apagado.

(La hora del adiós definitivo se acerca. No tengo miedo a sentir dolor alguno y sí un poco de tristeza melancólica, como el fondo de sus ojos increíbles que vigilan mis movimientos y que yo no puedo dejar de mirar fijamente; es tan real esta armonía que ni siquiera los voraces mosquitos de las serranías sureñas osan picarnos.)

viernes, 16 de julio de 2010

Ya son 51

Alguien que mata a un niño o que provoca su muerte no debe, NO PUEDE escapar impune.
Destruir los sueños,derrumbar ilusiones ¿no es acaso similar?
Ay del niño, ay del asesino, ay del juez y del justiciero.AAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYyyeaaaaaaahhh!!!

(Klara tiene el color del Báltico en sus ojos de nieblas perdidas y la piel curtida por los vientos de un norte desconocido pero intuible, adivinable: diríase que es un hada benefactora que conoce todos los remedios; y ni aún así logra reanimar a este niño inerte, aunque -efectivamente, a ella y al niño- se les haya visto sonreir abrazados bajo la extraña luz oscura y tenue de la madrugada del estío meridional)