Viendo los comentarios a la anterior entrada observo que en el último he usado la palabra "buchaca". Esto me hace recordar algunas palabras que usábamos los chiquillos de hace 40 o más años, palabras que podrían parecer vulgares pero que asombrosamente implicaban un conocimiento extrañamente profundo y peculiar del lenguaje.
Efectivamente: cuando jugábamos a fútbol y alguno de los equipos ganaba por goleada, era corriente decir "le hemos metido una buchaca" o "ha sido una buchaca". Bien, una buchaca no es ni más ni menos que una bolsa, más o menos grande. Ahora es normal oir "les ha caído un saco de goles"; a mi parecer, saco es más, si no vulgar, corriente, más común, mientras que buchaca es mucho más especial, más concreto. Parece ser que la etimología hay buscarla en otra palabra más antigua, burjaca, una especie de bolso grande de cuero donde los peregrinos y mendigos guardaban lo poco o mucho que pudiesen obtener de la caridad de sus semejantes y que normalmente llevaban colgado en bandolera. Curiosamente, la forma de llamar a este bolso en catalán, butxaca, es la que más se parece a buchaca.
He recordado otra palabra, "brear", en su participio "breado" y aquí abajo pronunciado breao. "Nos han breao" es como decir "nos han dado una paliza". Hablando con algunas personas acerca de esta palabra, he visto que generalmente se asocia el término con la brea, especie de pez de origen vegetal, de color rojizo oscuro y muy parecida al alquitrán en cuanto a textura viscosa. Yo mismo pensaba que, efectivamente, "brear" estaba relacionado con esta sustancia. Incluso algunas de esas personas me han comentado la antigua costumbre de untar con brea a algún indeseable y emplumarlo, constituyendo así objeto de escarnio y mofa pública y que generalmente terminaba con la expulsión del emplumado fuera de los límites de la localidad.
Pero no, el "breao" ese de los chiquillos (y de sus padres) no tenía nada que ver con la brea. Para empezar, untar algo con brea es "embrear" y no "brear". Esto último es mucho más, a mi entender e igual que pasaba con saco y buchaca, preciso e incluso culto si se quiere. La raíz está en el verbo latino verbero, azotar, flagelar, dar de palos, y en su derivado al romance verebare, de idéntico significado que el latino original. Así que nada más exacto para indicar que te han dado una tunda. Por cierto, esta tunda viene del verbo "tundir" de etimología también latina, exactamente de tundere, apalear...
En fin, lo del Barça al R. Madrid ha sido una buchaca, una tunda y los han dejado breaos.
Decididamente, los niños de mi época sabíamos Latín.
Efectivamente: cuando jugábamos a fútbol y alguno de los equipos ganaba por goleada, era corriente decir "le hemos metido una buchaca" o "ha sido una buchaca". Bien, una buchaca no es ni más ni menos que una bolsa, más o menos grande. Ahora es normal oir "les ha caído un saco de goles"; a mi parecer, saco es más, si no vulgar, corriente, más común, mientras que buchaca es mucho más especial, más concreto. Parece ser que la etimología hay buscarla en otra palabra más antigua, burjaca, una especie de bolso grande de cuero donde los peregrinos y mendigos guardaban lo poco o mucho que pudiesen obtener de la caridad de sus semejantes y que normalmente llevaban colgado en bandolera. Curiosamente, la forma de llamar a este bolso en catalán, butxaca, es la que más se parece a buchaca.
He recordado otra palabra, "brear", en su participio "breado" y aquí abajo pronunciado breao. "Nos han breao" es como decir "nos han dado una paliza". Hablando con algunas personas acerca de esta palabra, he visto que generalmente se asocia el término con la brea, especie de pez de origen vegetal, de color rojizo oscuro y muy parecida al alquitrán en cuanto a textura viscosa. Yo mismo pensaba que, efectivamente, "brear" estaba relacionado con esta sustancia. Incluso algunas de esas personas me han comentado la antigua costumbre de untar con brea a algún indeseable y emplumarlo, constituyendo así objeto de escarnio y mofa pública y que generalmente terminaba con la expulsión del emplumado fuera de los límites de la localidad.
Pero no, el "breao" ese de los chiquillos (y de sus padres) no tenía nada que ver con la brea. Para empezar, untar algo con brea es "embrear" y no "brear". Esto último es mucho más, a mi entender e igual que pasaba con saco y buchaca, preciso e incluso culto si se quiere. La raíz está en el verbo latino verbero, azotar, flagelar, dar de palos, y en su derivado al romance verebare, de idéntico significado que el latino original. Así que nada más exacto para indicar que te han dado una tunda. Por cierto, esta tunda viene del verbo "tundir" de etimología también latina, exactamente de tundere, apalear...
En fin, lo del Barça al R. Madrid ha sido una buchaca, una tunda y los han dejado breaos.
Decididamente, los niños de mi época sabíamos Latín.