Mantis religosa
aunque eres muy verde
no eres venenosa;
sólo que tu cara
y tus largas patas
te hacen asquerosa.
Te quedas inmóvil
y esperas tu presa
y de dos bocados
le abres la cabeza.
El arte marcial
copia esta estrategia.
No eres una santa
y sí un peazo cieza
aunque se te nombre
de Santateresa.
Menos mal que es "santa" que si no...