lunes, 1 de junio de 2009

Pretérito Imperfecto



La lectura de unas palabras del buen jardinero acerca de una noticia -por cierto, comparto con usted el calificar de "barrabasada" la cantidad de 12.000 puestos de trabajo que anuncia el diario- sobre la
Ciudad del Flamenco, traen a mi mente algunos pensamientos, algo enredosos y con un toque de mala leche mañanero debido a las malas posturas durante el sueño -que no descanso- y al ibuprofeno de los cojones, que te pone el estómago como un bebeero 'pato.
Tuvo el cante (y si preferís, el cante flamenco) en esta ciudad su momento álgido, coincidiendo con una corriente general a nivel nacional, en los años 50 y 60, con un ramalazo final en los 70, cuando las "nuevas tendencias" empezaron a dejar paso a experimentos más o menos afortunados o desafortunados (incluso Manuel de los Santos grabó un disco con Gualberto al sitar) y un estertor efímero en los comienzos de los 80, cuando pareció que resurgiría el cante con dejes rancios, aunque luego todo quedó en un espejismo que se encargaron de acentuar la heroína primero y más tarde la cocaína.
Todo lo que ha ocurrrido después ha sido verdaderamente lamentable. Ante la aparición de hordas de japoneses/hormigas y guiris -y "guiras" ¡venga taconeo!- desarraigados portando guitarras en sus espaldas en busca de "lo puro", la autoridad competente, como no podía ser menos, decidió tomar cartas en el asunto viendo que se podría sacar dinero casi por la cara y, en consecuencia, todo ha terminado como el dicho popular: si no cabíamos en casa, parió la abuela.
Era Jerez la ciudad del flamenco sin necesidad de que ningún politicucho de pacotilla interviniese. Era también la ciudad del vino. Era una ciudad pequeña, pero muy limpia y con un centro recoleto y de comercio próspero. Era... pretérito imperfecto de indicativo del verbo ser.
Hoy sus calles, sus edificios, muestran deterioro y abandono, los tártaros hacen palmitas y aporrean tablones, se bebe petróleo con salfumán y la estatua del mamotreto luce con cateterío inusitado la indumentaria del Xerez C.D.: ezo' tá peziozho.

...

...Cuando llegaba la noche,
noche que noche nochera,
los gitanos en sus fraguas
forjaban soles y flechas.
Un caballo malherido
llamaba a todas las puertas.
Gallos de vidrio cantaban
por Jerez de la Frontera.
El viento, vuelve desnudo
la esquina de la sorpresa,
en la noche platinoche,
noche, que noche nochera.

La Virgen y San José
perdieron sus castañuelas,
y buscan a los gitanos
para ver si las encuentran.
La Virgen viene vestida
con un traje de alcaldesa,
de papel de chocolate
con los collares de almendras.
San José mueve los brazos
bajo una capa de seda.
Detrás va Pedro Domecq
con tres sultanes de Persia.
La media luna soñaba
un éxtasis de cigüeña.
Estandartes y faroles
invaden las azoteas.
Por los espejos sollozan
bailarinas sin caderas.
Agua y sombra, sombra y agua
por Jerez de la Frontera...

Federico G. Lorca- Romancero Gitano; fragmento del Romance de la Guardia Civil Española