sábado, 13 de junio de 2009

La Tierra de María Santísima


Viento de Levante...el Sahara en pastillas de OKÁ. Hay que refugiarse, hay que hidratarse. Pienso en el tópico de la benignidad del clima andalúz ¿benignidad? ¡Qué alegría de verano, que tóo lo verde lo zeca!* que diría Er Papi der Puerto, más negro que Tiznao a fuerza de dar vueltas y más vueltas arriba y abajo, vendiendo papas fritas durante años por esas playas que circundan el reducto de los ashos**, atestadas de borreguiles manadas dominguero/sombrilleras.
"Yo prefiero er verano al invierno, pa í a la playita y ezo", se oye opinar a una gorda foquimorseña en chanclas y con los pies como las lanchas de Amilcar Barca desembarcando en Cartagena.
María Santísima de los Infiernos: ora pro nobis.
En vano los paseos al atardecer con la fresquita: tal figura es inexistente en estos casos de flama despiadada. Hay que convertirse en draculín y, en vez de sangre, beber lo que sea, pero helado ¡por Dios y por todos los santos del Cielo!
Alguien me comenta que "este levante puede traer agua" y lo miro de arriba a abajo, como el que mira a un marciano recién llegado del Gastor o de Villaluenga del Rosario en El Amarillo y nos preguntase la hora o por una determinada calle..."¿El levante?"-contesto- "¿agua?...el puñetero levante na má que trae caló, arena y moro' con la baca der coshe empetá...¡ííííjhoooo!"



* en alusión al color del uniforme de la Guardia Civil.
** naturales del Puerto de Sta. Mª, localidad de la provincia de Cádiz, en la desembocadura del río Guadalete.