jueves, 27 de agosto de 2009

Un Vaso y Bulerías "pa'cushá" (o "ar gorpe")

Al oir las noticias de ayer referentes al comienzo de la vendimia jerezana y a los datos que maneja el Consejo Regulador acerca de la cantidad de uva que sobra en el marco del Jerez-Xerez-Sherry, tuve el impulso de sentarme a escribir acerca de ello. Después pensé que sería mejor dedicarme a continuar con el Diccionario de Aquí -tengo la "C" casi terminada en un borrador- o con la Extraña Geografía, de la que faltan aún algunos capítulos por entregar. Y ahora, mientras tomo mi diaria taza de café matutino con humo de cigarrillo rubio, veo el Cuaderno de Mahandry y una nueva idea se mezcla con las anteriores. Por cierto, lo de "veo el cuaderno" es un decir porque ni puedo acceder al contenido de los vídeos ni puedo entrar a comentar, ya que necesito primero darme de alta como usuario de Windows Live abriendo una cuenta en dicho servidor, repertorio para el que no estoy dispuesto en este momento (y en ningún otro hasta ahora).
En fin, en el citado blog de la insigne Sra. de Sabanduky -siempre a sus reverenciados pies, señora- veo que el vídeo se titula "El Agujetas - Soleá por Bulerías" y, precisa y casualmente, estaba yo hablando de este tema hace sólo un par de días con alguien que me estará leyendo dentro de un rato. Bien, ahí va eso:
Era el vino la base de la economía de esta ciudad/pueblo (o pueblo/ciudad, o pueblo grande) una cadena productiva que empezaba en la viña y terminaba en el camión o en el barco camino de los mercados, pasando por peones y capataces, lagares, arrumbadores, toneleros, catadores, venenciadores, veedores, embotelladores, fabricantes de cajas, de cubas y cisternas, de tapones, de botellas e industrias gráficas para el etiquetado; eso sin nombrar a los que ahora se llama "comerciales" y que antes eran representantes o vendedores y a todo un entramado de contables, pasantes y personal de oficina en general. Era un negocio más que rentable y si no, que se lo pregunten a los Domecq, a los Gonzalez o a los Romero-Valdespino; o a los Díez; o a mí mismo, que para eso soy de Jerez también, coño.

[Tóa la noche en la escalera
esperando el porvení
y el porvení nunca llega]

Pero el porvenir llega, ya lo creo que sí: los "viejos" patriarcas -y matriarcas- de esas familias empezaron a palmarla, ley de vida, y a las nuevas generaciones eso de "trabajar" les parecía de pobres, amén del cambio de régimen político que traía consigo huelgas y reivindicaciones obreras -con el encarecimiento de los costes de producción- algunas expropiaciones por parte de las autoridades y mayor presión fiscal para las clases acomodadas (y para todo quisqui, no creáis). Todo ello sobre un fondo que ya se había deteriorado notablemente en los años anteriores (finales de los 60') debido a las barbaridades cometidas contínuamente por los listos de turno: cantidad en detrimento de la calidad; promoción del agrio y desagradable fino (sol de Andalucía embotellado ¡y tanto!) en desfavor del palo cortado o el amontillado; plantación de vides en barros ocres y arenas buscando más cantidad de uva; inventos aberrantes -como Castillo de S. Diego o, en otro extremo, San Domingo con hielo-; metidas de bacalás y sablazos a diestro y siniestro en las exportaciones, etc. etc. Y todo ello aderezado con la venta a saco del patrimonio bodeguero por los nuevos herederos, más preocupados por llenarse el bolsillo definitivamente y pegarse la vidorra -lo cual me parece muy bien- que por mantener el hasta entonces sobre ruedas y ahora enrevesado negocio familiar.

[En aqué rincón
hay un barrí tapao:
quiera Dió que zea
vino amontillao]

Nunca fue el vino de Jerez de gran consumo dentro de España, país en que cada región, mejor dicho, casi cada pueblo, tiene su vino que, mejor o peor, se deja beber a precios todavía asequibles. Y los guiris -o muchos de ellos- tendrán cara de pavo, pero no son gilipollas del todo; aparte que a base de recibir palos se aprende rápido a eludir los mismos. Así que dejaron de comprar y se fue todo al carajo: la gallina de los huevos de oro se quedó exprimida y más seca que una mojama.

[Creo que te vá queá
zeñalando coner déo,
como ze queó Zan Juan]

Total, que César Saldaña sale en la tele diciendo que sobra uva (¡unas 4.000 has. de viña! esto es, como unos 4.000 campos de fútbol) y que no saben qué hacer con ella, porque también sobra vino (¡unos 130 millones de botellas!) y tampoco saben qué hacer con él.


Bodega La Constancia, Jerez
Domingo García y Díaz, 1858.
Colección González Byass, S.A.
Jerez de la Frontera.


Tampoco saben muy bien los que hablan de soleá por bulerías qué porras están diciendo. No existe tal figura en el cante y todo es producto de las influencias de un invento de los entendidos sevillanos quienes, dicho sea de paso, entenderán mucho de flamenco pero de cante, ni una papa; yo lo digo ¿qué pasa? Y aquí pongo una muestra de la confusión (en el títiulo pone, como puede verse, "Camarón...y Tomatito_Soleares")



Esto son bulerías pa escuchá y no soleares.
Existen bulerías para bailar (fiesta) y bulerías para escuchar o "al golpe". Existen en Triana lo que por allí llaman (Mairena era uno que lo hacía) soleá alfarera y en otros lugares de la provincia de Sevilla, como Alcalá de Guadaira por ejemplo, aunque no se les llama igual, se cantan soleares parecidas a esas de Triana. El problema está en que se les llama soleares, pero son bulerías "al golpe", lo que me demuestra que los supuestos entendidos no son sino enteraos de mierda. También aquí, en el flamenquísimo barrio de Santiago se confunden la soleá y la bulería pa escuchá. Y la persona que dije me leerá dentro de un rato, creo que sabe por qué lo digo, sobre todo tras la pequeña muestra que tuvo ocasión de oir hace unos días: a la primera se dió cuenta de que aquello eran bulerías y no soleares; y ni trabaja en la Cátedra de Flamencología ni pretende que se instaure una carrera universitaria de flamenco, como en su día dejase atisbar la imbécil de la, nombrada por el célebre jardinero, Gazula...

[Que yo no pueo entendé
que a tí no te guste-r vino
ni los cantes de 'eré]

Total, ya seguiré con la geografía y con el dicionario en otro momento ¿será por tiempo?