¡Qué cruz de signo, hijo! Aparte del calor y del descontrol propio del verano, a mí es que me sienta fatal este "mesecito". Y no creo en las supersticiones, pero si en algo aciertan los retratos robots que trazan los horoscopos, es en los cuernos. Sí, hombre, sí:
los cuernos. Vale, que Tauro, Aries y Capricornio son animales cornupétas. Pero yo hablo de los cuernos de cabroneo y no de los naturalmente propios de esos inocentes animalitos. ¡Qué soberbia más grande! ¡qué gente más celosa! -la mayoría de las veces sin motivos, hasta que se los terminan dando de verdad, por pejigueras- ¡qué maricones y qué machorras! ¿Para qué les sirve la generosidad si después sólo quieren mandar ellos/as? ¡qué genio más cazurro! Y nada de imaginación. Y cero patatero para el cachondeo (bueno, ellas no, las muy "golfangas").
Desde que pasó Cancer y empezó Leo, sobre el 21-22 de julio, llevo unos "díitas"que me cago en todas sus mulas. ¡A ver si se va ya el petardazo este y ojalá lo borren del Zodiaco para siempre jamás de los jamases! Y aún quedan casi 20 días...joé, ¡qué hartura ííííhooo!