jueves, 4 de septiembre de 2008

Oración , despedida y cierre...(piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii....)

Por haber insultado y tratar con desprecio a otras personas, indiscriminidamente y sin tener ningún derecho a hacerlo. Por mis momentos de ira desbocada. Por mis palabras hirientes e injustas. Por haber hecho daño a quienes amaba y me amaban. Por haber transformado el orgullo en soberbia. Por mi inmadurez galopante. Por haberme mentido y traicionado a mí mismo y a otras personas. Por haberme convertido en juez y verdugo sin merecermelo. Por no saber frenar mis más bajos instintos. Por haber abusado del tiempo y malgastarlo. Por mis contínuas borracheras e intoxicaciones con drogas varias, causa de mis más demoníacos desvaríos. Por mi incapacidad para aceptar vuestra libertad y vuestros derechos. Por mis ánimos de venganza. Por mi crueldad. Por haber utilizado mi inteligencia para fines deleznables. Por haberme disfrazado. Por tirar la piedra y esconder la mano. Por querer hacer creer culpable al mundo de mis desgracias, siendo yo el único culpable. Por todos mis errores, muchos de ellos perfectamente evitables. Por haber sido mezquino y querer arrastrar conmigo al abismo a quien me tendió la mano. Por apagar la luz para caminar entre tinieblas. Por camuflar mi odio, haciendo que pareciese un ofrecimiento de amistad. Por permitir que mi animal salvaje domine a mi persona. Por convertir la ternura en rencor, el cariño en asco, la verdad en mentira. Por arruinar ilusiones. Por pisotear los corazones. Por destruir lo bello.
Y por todo y más cosas que no podría terminar de enumerar, dejaré de escribir en los blogs. Mi opinión no vale un pimiento, como podréis comprender después de lo que he dicho al principio. No cometeré un teatral "blogicidio" esta vez: los dejaré ahí, como testigos de mi repugnante actuación. No soy fiable, no soy bueno.
Lamento haber defraudado a quienes creyeron ver en mí algo positivo, algo salvable, aprovechable o valioso: sólo merezco vuestro olvido.
Espero que Dios me perdone.