viernes, 9 de octubre de 2009

Santos de Espanto


-limpio mi casita, lalarán larita; limpio mi casota lalarán larota...
-¡¡¡¡aaaahhhggagrgajab y requeteargajhgayrftyasjhajjj!!!
-no se asuste señora: soy San Dionisio Areopagita y por eso llevo la cabeza en la mano: ya ve, gajes del oficio de mártir.
-coñe, sale una tan feliz a hacer la compra y es que no se gana para sustos ¡menos mal que llevo los ojos en una bandeja! eso sí, de plata pura oiga, que para eso soy una señora.
-a sus pies...
-¡tranqui, tronco! no te inclines que se te va a ver el gañote cortao y no es plan. ¿Aereopagitas has dicho? ¿Eso qué es, que te haces las pajas volando?
-mujer no sea bruta, areopagita, del Areópago, Atenas.
-Pues yo soy de Siracusa...
-¡no me diga que es usted Santa Lucía!
-la misma que viste, lleva los ojos en la bandeja y calza.
-Mire, yo quisiera hacerle una confesión íntima, ya sabe, de santo a santo.
-dirá de santO a santA, que una tendrá las guadalajaras de los ojos vacías, pero decente... ¡hasta ahí podríamos llegar!
-querrá decir las cuencas...
-bueno, eso: total, las dos son provincias y están muy cerquita
-así que es ud. decente
-Precisamente me arranqué los ojos para no gustarle a ningún hombre, aparte que me dejé martirizar por no abrirme de patas ¡pues no quería forzarme el romano guarro aquél! y encima era entreverao y tenía un ramalazo de dálmata, el muy...
-¡no me joda que quiso follársela un híbrido de perro!
-¿pero ud. de qué puñetera letanía sale, si puede saberse?
-es que zoy de Jeré, y ya sabe... el que no toca, no vé.
-toque, toque, total si yo no veo ná y ya lo dice el refrán: "ojos que no ven, tetas que no sienten"
-carallu, Santa Lucía, pa esto no estaba yo preparao y mira que desde que me cortaron la cabeza no he parado de andar y de ver mundo. A ver, a veeeer... ¡uy, está usted más buena que Casulla!
-¿Casulla?
-Sí, una romana que me ligué y a la que estoy buscando para entregarle mi cabeza, a ver si así me desplomo de una vez.
-pues vaya regalito que quieres hacerle, Dioni, pisha. Cuando te vea así, andando con la cabeza debajo del brazo, seguro que le da un patatús.
-pero antes tengo que ir a mi pueblo, que hoy es mi día y me ofecen el pendón de la ciudad.
-¿el estandarte?
-no, el putón verbenero máximo del pueblo: el pendón.
-joder, ¿y qué ocurre luego?
-pues nada, le hago un cunnilingus delante de todo el mundo, así con la cabeza entre las manos: es la mar de cómodo porque no tengo que agacharme.
-¿puedo probar?
-pero ¿no quedamos en que era ud. una señora decente? Entre el toqueteo tetil y ahora esto...
-hijo, pero es que una no es de piedra y después de tantísimo tiempo embalsamada en una urna de cristal, qué quieres que te diga...
-bueno, levántate el faldón
-espera, que voy a soltar los ojos y yo te cojo la cabeza, así me doy gustirrinín a mi ritmo.
-no sé, no sé; si suelto la cabeza me siento raro. Es mejor que lo haga yo... slurp, slurp ¡aaahhhggg! ¡joé, esto sabe a naftalina!
-¡pues anda que el pinchazo que me has dado en la ingle con la mitra esa!
-será mejor que siga mi camino, voy a llegar tarde a lo del pendón. A usted que le hagan el cunnilingus Cosme y Damián.
-¿Esos frikis? están hechos un asco: quemados, asaetados y decapitados...
-¿y tú sin ojos, hijaaaaa!?...