jueves, 12 de noviembre de 2009

Alma de Noviembre

Puchero en una tarde corta de temprano crepúsculo, que más que almuerzo diríase merienda. El tiempo es una dimensión inventada para impedirnos vivir libremente y se estira o se encoje según nuestra, para el caso, domesticada voluntad. Se ha terminado la compota de membrillo pero hay fruta de temporada, granás, higos secos del Jerte y natillas con galletas: da igual. De postre, mejor abrazos, besos y caricias; son mucho más dulces.
Resulta que le gusta más El Viejo Agujetas... y yo ¿por qué dudé de ello alguna vez? ¿es acaso sorprendente que le guste lo bueno y que sepa apreciar dónde se encuentra?
Pronto oscurecerá.



A. Carlos Guzmán Capel - Bodegón.