domingo, 16 de septiembre de 2007

Diálogos con El Virginiano (VII)

Para mí la evolución del cante es sacar letras nuevas, cantar una letra de soleá o de martinete nueva, que no se haya escuchado nunca, que no la haya dicho antes ningún "cantaó. Y hacerla como eres tú, a tu forma pero que sea cante. Ahora, cojer un cajón de esos, o un bajo e instrumentos de esos... ¿eso qué es, señor? Además todos se basan en las rumbas, tangos y cuplé...¡ ¿y Enrique Morente?! ¡qué poca vergüenza! Bueno, pues ahí está, que sale cada dos por tres en la televisión y ha "enchufado" a la hija, que tampoco le falta el trabajo por todos lados. ¡Sí joder, la Estrella esa! ¡Hay que ver lo que han hecho con el cante,"virginiano"! Algunas veces llego a mi casa y tienen "esta gente " (sus hijas/os,n.t.) puesta la televisión con uno de esos "guatranios" (rel. con buitre,n.t.) cantando y les digo: ¡niña(s) hija(s), quitad eso! ¿cómo podeis estar viendo ese mamarracho?

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El cante que más duele es la siguiriya, es el que más dentro llega... el martinete también pero es distinto, se alarga más y te puedes ayudar mejor. Las tonás es más de "doblar" (con la voz,n.t.) que de "comertelo", igual que el martinete... pero la siguiriya dice la gente que es fácil ¿qué sabe la gente? Lo que pasa es que los que dicen eso no han escuchado cantar una siguiriya en condiciones en su vida. Es lo mismo que el cante de la fragua: ¡dando martillazos para doblar el hierro no se puede poner uno a canta, joder! Puedes estar distraído canturreando, pero cantar "por derecho"... ¿¡ eso cómo va a ser, si estás asfixiado, hijo, de los martillazos y la calor!?

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