Una vez cometí la imprudencia de casarme . Me había convertido en un huesped incómodo para mis padres quienes , ante mi falta de decisión , procuraron por todos los medios de convencerme de las bondades del nuevo estado civil en el que estaba a punto de ingresar . Sentaría cabeza de una vez por todas , terminaría - ¡ por fin ! - de independizarme , trabajaría , comería perdices , tendría hijos y comería huevo . Yo no estaba muy por la labor que digamos pero , bien por inmadurez , bien por ser gilipoyas integral , acabé cediendo a todas las presiones que tan amablemente me procuraban mis progenitores , la que después fue mi esposa , su familia y el círculo de maravillosas amistades , quienes , consejos de abuelita aparte , no cejaban en su empeño de verme feliz : al fin y al cabo lo hacían movidos por unas intenciones y una fe buenísimas . Todo parecía ir viento en popa , hasta que dejó de hacerlo : como todas las cosas . A partir de ahí , cuesta abajo y sin frenos . . . Tuve hijos , vomité perdices y huevo , se me descolgó la cabeza , empeñé los calzones , no me morí de milagro y estoy escribiendo esto porque debo estar constituido por una mezcla de uralita , acero inoxidable y cromo - vanadio al 80% . Las Horcas Caudinas se me antojan un patio de guardería en hora de recreo comparado con el rosario interminable de sufrimientos , transtornos emocionales y mentales , subidas de adrenalina , bajadas de autoestima , disgustos contínuos , desbarajustes metabólicos , insomnios , borracheras demenciales y muchas más sensaciones todas ellas agradabilísimas , amenas , joviales , con un marcado tono de rabiosa actualidad , irresistiblemente atractivas y culminando todo en unas tremendas ganas de morirme y tirarme setecientos pedos para este cálido y acogedor mundo que miraba cómo me consumía en mi beatífica felicidad consecuencia de mi matrimonio . Y para consolarme , empiezan nuestros simpatiquísimos gobernantes del GOBIERNO DE ESPAÑA a promulgar unas leyes la mar de equitativas , que para eso son , para la igualdad de géneros ( es decir el percal y el popelin a partir de entonces se llaman igual : tela ) , animando al personal femenino a joder la marrana pero eso sí , dentro de un marco legal y en un ambiente de máxima tolerancia , cordialidad y entendimiento , lleno de sensaciones positivas ( las puñalás en el pescuezo , salfuman en la cara , vuelos sin motor desde octavos pisos , hachazos en la frente , incendios provocados en casas con personas dentro etc. etc . son sólo excepciones y salvajadas porque la gente no se ha leido la ley) . A partir de aquí papeles y más papeles , denuncias inventadas , órdenes de alejamiento , trasiego de menores de un lado a otro con el consiguiente chantaje por parte de la madre , días eternos de soledad y tristeza , noches interminables de recuerdos sin remedio posible . . . y ahora levántate , busca trabajo y dale dinero , sobre todo dinero . No dejes de dar dinero y ni rechistes . No importa si tus hijos crecen en un ambiente intoxicado por el veneno del odio y el rencor ; ni si se educan debidamente orientados en sus inclinaciones ; si son unos chorizos o unos sicópatas politoxicómanos . Es posible que para ellos la figura del padre sea la de un tío con canas , cara de pena y cuernos marchitos y mustios al que recuerdan porque su madre solía decir " el desgraciao de vuestro padre se puede ir a la mierda" . Sólo le importa el dinero . Y en medio de todo eso es posible que aparezca la madre de uno y le diga : " deberías buscar una mujer que te hiciera compañía , porque un hombre solo no es bueno que viva . . ."
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