Y entre restauración y restauración de antiguas entradas perdidas y después halladas -no en el templo precisamente- voy a seguir decorando Virginia Point con alguna "pinturilla" mientras escucho a Terremoto. Dado mi extremo grado de salvajismo galopante, no es de extrañar que cometa estas mezclas en mi blog, verdaderos asesinatos estéticos. Estas entradas sobre algunas obras de arte, nunca quise piblicarlas, así como tampoco otras con versos y poemas, gestos inequívocos del más infantil de los egoísmos (no compartir los que, a esas edades, se consideran"tesoros"); aunque, todo hay que decirlo, nunca olvido las recomendaciones del buen jardinero: "no enseñar al que no sabe".
De todas formas, ahí va eso: canteciño y pintura...
...má ' arte no ze pué peí, zeñore
Me gustan estas mezclas de pintura con voces flamencas...al final todo es arte.
ResponderEliminarHombre! Sr.M.Hens, ya le echaba de menos por las llanuras de Virginia.espero que no haya pasado mucho calor por Málaga (con la chaqueta y la corbata,¡no véa!
ResponderEliminarThe Virginian
Ainsss!!!!!!!!!!!!!, eso me lo zzzzapateaba yo contigo, chiquillo, jajajjaja. Ya sabes q poco se nos nota a loz de Madrí lo sosos q semos, jajaja, jajajja.
ResponderEliminarUno kisses, zo trasto
P.D. tengo una hierba pa la vaquita
Genial el combinado del cante y la pintura, porque el baile estaba regular eh...
ResponderEliminar¡¡¡Asombrosas las terremotescas patillas "King size"!!!
P.D.: El baile lo mejoramos hasta lo impensable Leila y yo, después de haber apacentado a la vaquita, por supuesto.