Hablaba con el jardinero acerca de los hijos de Demófilo y de una respuesta de Borges (el ciego, como gusta llamarle el jardinero) a una pregunta acerca de quien nunca persiguió la gloria; el ciego contestó poniendo cara de circunstancias:"¡Ah! pero ¿Manuel tenía un hermano?".
En Marimanta, el muro medianero de la casa paterna del jardinero colinda con su vecina que da a Campana. La madrugada del sábado se oyeron ruidos de ambulacia en el vecindario:"eso va a ser Manolito", se pensó el padre del buen jardinero. Efectivamente, era Manolito: Manuel Fernández Molina "Parrilla de Jerez".
El soniquete no ha muerto, pero casi. Nadie como él ha tocado por bulerías de Jerez y difícilmente tocará nadie. Nadie acompañó al toque a tantos y tan buenos cantaores, (y algunos no tan buenos, pero famosos y otros desconocidos, pero buenísimos) empezando por su padre, Tío Parrilla, y pasando por Tío Borrico, Terremoto, Sordera, Mairena, Chocolate, Agujetas, Naranjito, Pansequito, El Mono, José Mercé, Toronjo, Villar, Morente, Calixto, Curro Malena, Macanita...y por supuesto Lola Flores y La Paquera, a quien acompañó durante más de 30 años.
Y otro Manuel, el hijo de Demófilo del que hablé al principio, nos dice en un poema titulado Cantares (que no tiene nada que ver con los Cantares de su hermano, ese que el ciego decía desconocer):
Vino, sentimiento, guitarra y poesía
hacen los cantares de la patria mía.
Cantares...
Quien dice cantares dice Andalucía.
A la sombra fresca de la vieja parra,
un mozo moreno rasguea la guitarra...
Cantares...
Algo que acaricia y algo que desgarra.
La prima que canta y el bordón que llora...
Y el tiempo callado se va hora tras hora.
Cantares...
Son dejos fatales de la raza mora.
No importa la vida, que ya está perdida,
y, después de todo, ¿qué es eso, la vida?...
Cantares...
Cantando la pena, la pena se olvida.
Madre, pena, suerte, pena, madre, muerte,
ojos negros, negros, y negra la suerte...
Cantares...
En ellos el alma del alma se vierte.
Cantares. Cantares de la patria mía,
quien dice cantares dice Andalucía.
Cantares...
No tiene más notas la guitarra mía.
Venía a hacerte una visita de buenas noches, mñn "mendrugo", así que todo ésto, que tiene mu wena pinta, lo leo tomorrou, jajajaaja.
ResponderEliminarBuenas noches
La última vez que le escuché ejecutar su toque con maestría fue acompañando a la Paquera, en la que si fue su para mi despedida de los escenarios (de ella) sobre las tabas del Villamarta no sé si en el 99 o en el 2000, en un espectaculo dividido en dos partes independientes la primera a cargo de Juanito Villar y la segunda la Mendez con Manolo tocandole.
ResponderEliminarEstuve en un homenaje que se le tributó aquí en Jerez en la plaza de toros en junio del 2005 donde creo que coincidí con usted.
Pero por lo que parece ya estaba muy malito, habrá descansado.
Van quedando pocos de los de verdad, allí por donde tu vives y muy poquito más...Te entiendo cuando te enfadas y pongo a los "flamenquitos", aunque no sepa demasiado de flamenco.
ResponderEliminarAmigo mío:recuerdo perfectamente la noche del homenaje en la plaza de toros, así como también recuerdo el motivo de tal puesta en escena. Precisamente me hablaba ud. de un vasco y de un arriate (y de uno que está "reventao")¿no estaba allí esa noche el susodicho euskaro con una nevera bien provista de"trinky"?
ResponderEliminarJ.L.no me enfado, es que da pena...
¡¡Qué bonito, virginiano!!
ResponderEliminarTodos los hombres NO son iguales. Por eso es JUSTO y necesario venerar la memoria de aquellas personas que lo merecieron y hacer lo posible por mantenerlas vivas en el recuerdo.
Srta. Marley: efectivamente, no hay dos iguales en el universo, pero no solamente hombres, sino incluso electrones del átomo de hidrógeno.
ResponderEliminarSólo me he limitado a recopilar datos, los autores eran ellos (Parrilla y Machado en este caso)