
Una vez que Osiris estuvo inmovilizado dentro del cofre, Seth ordenó que lo arrojasen al Nilo. Allí, el dios del río, Hapi, seguramente un poco agobiado por haber recibido tan comprometedor "regalito"y con la intención de quitarse el "marrón" de encima, provocó que la corriente llevase el cofre hasta Byblos, en las costas de Fenicia, lanzándolo contra el tronco de un tamarisco e incrutándolo en él.


lo que sí consiguió fue que Seth se enterara de sus intencione s provocando el mosqueo del simpático de la familia que intentó chafar los planes de la diosa, por lo que ésta acudió a pedir refugio para Horus a Wadyet, quien vivía en la isla de Buto, en prevención de posibles represalias por parte de Seth. Tras esta parada en Buto, Isis anduvo por todo el mundo sin encontrar el dichoso cofre - con su esposo/h ermano dentro - y su magia no le era útil para ese menester. Pero hablando con unos niños que se bañaban en la ribera del Nilo, éstos le informaron que habían visto cómo Hapi empujó el cofre por un determinado ramal del delta. Isis siguió el ramal del río y un viento divino la llevó hasta otros niños que le informaron que tenía que dirigirse a Byblos. Allí llegó y se sentó triste y pensativa a la orilla del mar hasta que aparecieron las doncellas de la reina de Byblos, Asdhart, la esposa de Malacandro, quienes iban a bañarse al lugar.




"puedo conseguir que este niño crezca fuerte y poderoso, pero debéis dejar que lo haga por mis propios medios, sin que nadie interfiera en mi trabajo"
- le dijo a Asdhart- y crió y alimentó a la criatura pero con la pa rticularidad de que en vez de darle a mamar de su seno le ponía el dedo para que el niño lo chupara. A medida que el niño crecía fuerte y hermoso, Isis le fue tomando cariño de modo que decidió convertirlo en inmortal (buena demostración de amor, sí señora). Para ello quemaba sus partes mortales con objeto de hacerlas desaparecer y cada noche encendía leños y arrojaba al niño a las llamas de donde salía convertido en golondrina y comenzaba a revolotear alrededor del pilar donde se encontraba Osiris, lanzando grandes lamentos.

"Oh madre imprudente ¿por qué has cogido al niño? Si me hubieses dejado terminar mi obra, en unas pocas noches más el fuego hubiese destruído todas sus partes mortales y tu hijo se hubiese hecho inmortal y joven eternamente, igual que los dioses"Y tal como terminó de pronunciar estas palabras, adoptó de nuevo su forma de diosa, haciendo que Asdhart y toda la corte quedaran estupefactos y acto seguido comenzasen a adorarla, presentándole todo tipo de ofrendas. Pero Isis rechazó todos los presentes y a cambio pidió que le dieran el pilar de tamarisco que soportaba el techo de palacio lo cua l le fue concedido al punto (¡faltaría más!: a sus pies, señora). Una vez desmontado, a la diosa no le costó ningún esfuerzo sacar el cofre de su interior, cubriendo el hueco con una gasa fina impregnada en una hermosa fragancia. El tronco de tamarisco fue venerado durante largo tiempo en Byblos, puesto que había sido la morada de un dios.
Cuando Isis se plantó ante el cofre que contenía los restos de Osiris, cayó encima de él y dejó salir de su pecho un lamento tan profundo que, al escucharlo el más pequeño de los hijos del rey, quedó como muerto en ese mismo momento.
En un barco ofrecido por Malacandro, a bordo del cual embarcó Isis acompañada por el hijo mayor del rey (manía del Malacandro de exterminar a su prole, y a veréis), el cofre partió (¡por fin!) rumbo a Egipto. Se contaba que en la travesía, cocretamente al cruzar el río Fedros -hoy día Wadi F´ddar o Fedar- un fortísimo viento hizo que el barco corriera peligro de zozobrar e Isis, en un momento de irritación, hizo que el cauce del río se desecara por completo.
... Seth, mientras tanto, cazaba jabalíes...
(continuará)
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