Esta entrada podría empezar de, aparentemente, muy diversas y lejanas formas, tanto en su contenido en sí, como en el tratamiento de conceptos en general. Y digo aparentemente, porque incluso empezando por extremos nítidamente discordantes u opuestos, en todos y cada uno de los posibles casos, tanto unos como otros terminarían confluyendo en la misma y única idea: me alegro de haberte conocido y de haber pasado contigo un trocito, pequeño pero profundamente intenso, de la existencia. Saber que, a pesar de los pesares, existe alguien en el puñetero mundo de los cojones que comprende lo que eres -hecho que de por sí no constituye solución alguna para aclarar nuestra absurda existencia, e.d. en términos prácticos, no sirve para nada- ayuda a no sé qué leche, pero ayuda.
Una vez- de preferible pero imposiblemente imborrable recuerdo- me pegaste un susto del copón bendito. Incluso llegué a sentirme culpable...
Afortunadamente hoy puedo referírtelo, señal inequívoca de no haber ocurrido lo definitivamente irremediable.
Mamón, ya eres un año más viejo, pero "tranqui-tronco": en breve (11 días) me veré en la misma tesitura. Y tor mundo, tarde o temprano.
Un abrazo, amigo. Espero poder felicitarte muchas veces más.
P.S.
Great Balls of Fire... ¿andestá y cómo acabó el gordo del "rey"? El menuíto loco puede contarlo...
todavía.
EL TEDIO
Hace 6 años
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